El tiburón ángel emerge como una de las criaturas más cautivadoras de los fondos marinos de las Islas Canarias. Su singular apariencia parece fusionar la robustez de los tiburones tradicionales y la elegancia de las rayas. Sin embargo, bajo su apacible apariencia, se esconde un depredador silencioso.
En el archipiélago de las Islas Canarias ha surgido una historia que agrega un nuevo capítulo al conocimiento de estos tiburones.
Durante ciertas temporadas del año, los buceadores tienen la oportunidad de presenciar un espectáculo que no se repite en otras partes del mundo: los tiburones ángel acercándose a la costa.
Pero lo que realmente ha intrigado a la comunidad científica en los últimos años ¿Dónde van el resto del tiempo? Eso ese es el estudio en curso realizado por el Angel Shark Project.
Este proyecto, que ha implicado el marcaje de individuos y análisis de ADN, ha revelado una conexión sorprendente entre las poblaciones de tiburones ángel en Lanzarote, Fuerteventura y La Graciosa.
Este descubrimiento subraya la importancia de preservar y proteger el hábitat de estos magníficos animales en todo el archipiélago canario. Y recuerda, aunque su naturaleza suele ser serena, no debemos olvidar que, en última instancia, son criaturas salvajes.
Sumergirse en su mundo submarino es una experiencia única que nos conecta con la maravilla de los océanos y nos recuerda la vital importancia de conservar estos ecosistemas marinos excepcionales.
